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Artículo: Relato para una madre con un hijo gay.

Mary es una madre devota, firme al dogma de una iglesia opositora a la diversidad sexual, el amor en todas sus formas y la libertad de decisión de las personas en cuanto a su propio cuerpo. Bobby es uno de los hijos de Mary. Bobby es homosexual. Mary pensó que aquello era una enfermedad y que podía curarse mediante siquiatras, mujeres y terapias religiosas.

Él insistió siempre que no era como los demás. Ella intentó cambiar su modo de vestir, su caminar, le llenó de papelitos la casa recordándole el amor de Dios y la necesidad de salvar su alma. Bobby rogó a su madre que lo aceptara, a él y al hombre que había elegido amar. Mary lo miró un día a los ojos y le dijo “no quiero tener un hijo gay”, él se despidió y al poco tiempo saltó por un puente.

– Mary: En Levítico 18:22 dice “No te acostarás con varón como quien se acuesta con mujer; es una abominación”.

– Reverendo: Abominación en aquella época no significaba pecado, significaba impuro. En Levítico también dice que comer crustáceos es una abominación.

– Mary: Pero Levítico 22:13 recalca: “si alguno se acostara con varón como se acuesta con mujer; ha de morir”.

– Reverendo: La biblia dice la misma cosa sobre un niño que desobedece a sus padres y nosotros no interpretamos ese versículo literalmente. En el libro de Deuteronomio dice “Si una mujer no es virgen el día de la boda; debe ser llevada a la casa del padre y apedreada hasta morir”

– Mary: ¿Usted le dice a sus feligreses que la homosexualidad está bien y que está permitida ante los ojos de Dios?

– Reverendo: Les digo lo que considero es la verdad, que Dios los ama como son.

Bobby estaba muerto, pero la culpa y el sufrimiento de Mary fueron tales que terminó comprendiéndolo algunos meses después de aquel salto. Se paró un día ante los congresistas y en pro de la lucha para la conmemoración del Día del orgullo LGTB pronunció estas palabras:

“La homosexualidad es un pecado. Los homosexuales están condenados a pasar la eternidad en el infierno. Si quisieran cambiar, podrían ser curados de sus hábitos malignos. Si se desviaran de la tentación podrían ser normales de nuevo. Si al menos ellos lo intentaran con más fuerza, funcionaría. Esas fueron las cosas que yo le dije a mi hijo Bobby cuando descubrí que era gay. Cuando él me dijo que era homosexual mi mundo se desmoronó, yo hice todo lo que pude para curarlo de su enfermedad.

Hace unos meses atrás, mi hijo se tiró de un puente y se mató. Yo me arrepiento profundamente de mi falta de conocimiento sobre los gays y las lesbianas, veo que todo lo que me enseñaron era odioso e inhumano. Si yo hubiera investigado además de lo que me dijeron, si yo hubiera simplemente escuchado a mi hijo cuando me abrió su corazón, no estaría aquí ante ustedes», dijo llena de arrepentimiento.

«Yo creo que Dios estaba contento con el espíritu amable y gentil de mi Bobby, Ante los ojos de Dios la gentileza y el amor son lo único que importa, yo no sabía que cada vez que apoyaba la condena eterna de los gays, cada vez que me refería a Bobby como enfermo, pervertido y peligroso para los niños, su autoestima y su propio valor estaban siendo destruidos. Finalmente, su espíritu se quebró más allá de cualquier reparación», expresó Mary.

«No era deseo de Dios que Bobby se subiera al muro de un puente y saltara directamente al camino de un camión de 18 ruedas para morir instantáneamente. La muerte de Bobby fue el resultado directo de la ignorancia y el miedo de sus padres a la palabra GAY. Sus esperanzas y sueños no deberían haber sido quitados de él, pero lo fueron. Hay niños como Bobby, sentados en nuestras iglesias, que son desconocidos como nosotros. Ellos estarán escuchando mientras nuestros ecos de “Amén” silencien sus plegarias. Sus plegarias a Dios por comprensión, aceptación y por nuestro amor. Nuestro odio, miedo e ignorancia de la palabra GAY silenciarán todas esas plegarias».

Por eso, ante el eco del Amén, en nuestras iglesias y casas de oración, piensen y acuérdense: UN NIÑO LOS ESTÁ ESCUCHANDO”.

Este es un artículo escrito a partir de la película “Prayers for Bobby (Plegarias para Bobby)”, presentada en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) durante la semana del estudiante 2014.

La película está basada en la novela homónima de Leroy Aarons que trata sobre una historia real ocurrida a finales de los años 70’s.

Mira película en http://presencia.unah.edu.hn/arte-play/articulo/relato-para-una-madre-con-un-hijo-gay

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