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Vaticano publica manual para guiar a obispos ante denuncias de abusos de menores

La Congregación para la Doctrina de la Fe publicó este 16 de julio un “vademécum para los procesos de menores de edad por parte de clérigos” que es un “manual de instrucciones” para guiar a los obispos y a los superiores religiosos en el momento que reciben denuncias en casos de abuso de menores por parte de diáconos, presbíteros y obispos.

Según indicó la oficina de prensa de la Santa Sede, la solicitud de documento surgió tras la reunión sobre “la protección de menores en la Iglesia” que se llevó en el Vaticano del 21 al 24 de febrero de 2019 en la cual el Papa Francisco convocó a obispos y superiores generales y se remarcó la necesidad “de la unidad de los obispos en la aplicación de parámetros que tengan valor de normas y no solo de orientaciones”.

Hasta ahora este documento cuenta con 18 páginas y “queda abierto a futuras actualizaciones, también sobre la base de la legislación vigente”. Actualmente está disponible en italiano, español, inglés, francés, portugués y polaco y próximamente estará disponible también en alemán.

El prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Cardenal Luis F. Ladaria Ferrer, señaló que este “vademécum sobre algunas cuestiones procesales ante los casos de abuso sexual a menores cometidos por clérigos nace de las numerosas solicitudes que han llegado a la Congregación para la Doctrina de la Fe por parte de Obispos, Ordinarios, Superiores de Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, para disponer de un instrumento que les ayude en la delicada tarea de llevar correctamente los casos en los que están implicados diáconos, sacerdotes y obispos cuando son acusados de abusos a menores”.

En esta línea, el Cardenal Ladaria señaló que el Vademécum “fue escrito principalmente para ellos, así como para los juristas que les ayudan a tratar los casos” y explicó que “no es un texto normativo: no se promulga ninguna nueva ley, ni se emiten nuevas reglas”.

“Se trata, en cambio, de un ‘manual de instrucciones’, que tiene por objeto tomar la mano de quienes deben ocuparse concretamente de los casos de principio a fin, es decir, desde la primera noticia de un posible delito (notitia de delicto) hasta la conclusión final del caso (res iudicata)”, indicó.

De este modo, este texto utiliza fuentes jurídicas y también prácticas. En el plano normativo las principales referencias “son los Códigos vigentes, las normas sustantivas y procesales sobre los delitos reservados a la Congregación para la Doctrina de la Fe, promulgadas con el motu proprio Sacramentorum Sanctitatis Tutela (2001, actualizado en 2010 por Benedicto XVI), y el más reciente motu proprio Vos estis lux mundi (2019)”, explicó el Purpurado.

Además, junto a las normas citadas está “a práctica de la Congregación, madurada a lo largo de los años, en particular desde 2001, año de las primeras reglamentaciones dedicadas específicamente a los delitos más graves”, afirmó el Cardenal Ladaria quien agregó que este texto ha recibido “la contribución de numerosos canonistas, tanto internos como externos a la Congregación, de tribunales locales y de las diócesis que a lo largo de los años han llevado a cabo investigaciones y juicios bajo el mandato de la Congregación”.

De este modo, el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe señaló que el Vademécum se entrega hoy en su primera versión, llamada «1.0» ya que “es un número que prevé futuras actualizaciones”.

“Al ser un ‘manual’, tendrá que seguir cualquier evolución de las normas canónicas y adaptarse a ellas. También tendrá que responder a los nuevos desafíos que la experiencia ofrecerá al tratamiento jurídico de los casos en cuestión”, afirmó el Cardenal Ladaria quien añadió que “deberá tener en cuenta las consideraciones que provendrán de las diferentes realidades eclesiales: diócesis, institutos, facultades eclesiásticas, centros de escucha establecidos a nivel diocesano e interdiocesano”.

Finalmente, el Cardenal Luis Ladaria reconoció que “la historia reciente atestigua la mayor atención de la Iglesia a este flagelo” y agregó que “el camino de la justicia por sí solo no puede agotar la acción de la Iglesia, pero es necesario para llegar a la verdad de los hechos”.

“Es un camino articulado, que se adentra en el denso bosque de normas y prácticas, ante el cual los Ordinarios y Superiores se encuentran, a veces, en la incertidumbre de la dirección a seguir”, dijo el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Por su parte, el secretario del mismo Dicasterio vaticano, Mons. Giacomo Morandi señaló en una entrevista concedida a los medios vaticanos que el actual Vademecum “no promulga ninguna norma nueva” pero “la verdadera novedad, sin embargo, es que por primera vez el procedimiento se describe de forma organizada, desde las primeras noticias de un posible delito hasta la conclusión definitiva de la causa, uniendo las normas existentes y la práctica de la Congregación”.

En este sentido, Mons. Morandi explicó que los delitos reservados a la Congregación para la Doctrina de la Fe “son todos los que van contra la fe y soolo los más graves (en el lenguaje común ahora se habla de delicta graviora) contra la moral y la administración de los sacramentos”.

Sin embargo, el Vademécum publicado este 16 de juluo “se refiere solo a uno de estos delitos, que el artículo 6 del motu proprio Sacramentorum Sanctitatis Tutela atribuye al clérigo cuando realiza acciones contra el sexto mandamiento del Decálogo con menores de edad. Estos son los casos que resuenan más en los medios de comunicación, también por su gravedad”.

Asimismo, ante la cuestión de la obligación de denunciar por parte de los obispos y superiores religiosos, el secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, destacó que si bien “en algunos países la ley ya prevé esta obligación, en otros no. De hecho, el motu proprio Vos estis lux mundi del Papa Francisco, promulgado el año pasado, expresa en estos términos que la Iglesia actúe en casos de este tipo: ‘sin perjuicio de los derechos y obligaciones establecidos en cada lugar por las leyes estatales, en particular las relativas a eventuales obligaciones de información a las autoridades civiles competentes’ y, por otra parte, el artículo 17 del Vademécum también establece que ‘incluso en ausencia de una explícita obligación legal, la Autoridad eclesiástica dé noticia a las Autoridades civiles competentes cada vez que considere que esto es indispensable para tutelar a la persona ofendida o a otros menores del peligro de eventuales actos delictivos’”.

Por último, Mons. Giacomo Morandi afirmó que “el camino de la verdad y la justicia es uno de los caminos de respuesta de la Iglesia” por lo que añadió que si es necesario “pero no suficiente” ya que “sin una formación adecuada, un discernimiento cuidadoso, una prevención serena pero decidida, no podrá curarse por sí sola esta herida que estamos presenciando hoy”.

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