Al Momento columna

¡Represas YA! Por: Kevin Rodríguez Castillo, Economista especialista en Energía

En lo más crítico de la pandemia del COVID-19 Honduras sucumbió a los severos daños ocasionados por ETA y Iota, dos tormentas tropicales que dejaron daños estimados en más de L50,000 millones según la CEPAL. Es de notar que ambos fenómenos no fueron considerados siquiera huracanes, y dejaron ese nivel de daños al país y nuestra población. Recientemente estuvimos en vilo y oración debido a los pronósticos del Centro Nacional de Huracanes y COPECO que proyectaban que el fenómeno natural Julia iba a impactar en territorio nacional como un huracán categoría 2, dejando precipitaciones de entre 200 a 400mm. Se esperaba lo peor ya que Eta y Iota no solo dejaron daños económicas y muerte, sino también una infraestructura muy dañada, especialmente los bordos y canales de alivio.

Por voluntad de Dios el Huracán Julia se desvió, sin tocar territorio hondureño, pero si dejando lluvias que ocasionaron inundaciones prácticamente en todo el país, afectando la zona norte, sur y occidente. Estos daños sumados a los ocasionados por las inundaciones sufridas en el mes de septiembre se estiman podrían rondar los L3,000 millones, afectando los principales rubros productivos como el banano, palma, azúcar, frijoles, maíz, cacao, entre otros. Preocupa aún más el efecto indirecto que esto le hará al país ya que la destrucción de la producción implica una menor capacidad de suplir la demanda de granos a nivel nacional, y suplir las demandas de exportación a nivel internacional. A nivel nacional, esto podría generar escasez y encarecimiento de diferentes productos, así como desempleo. A nivel internacional menor capacidad de exportación significa menor generación de divisas, debilitamiento de la moneda, menor competitividad y aún mayor dependencia de las importaciones para nuestras necesidades. Cabe mencionar que ambos aspectos afectan también la recaudación de impuestos del Estado y Gobiernos Municipales, ya que solo a través de la actividad económica es que se puede pagar tributos.

La preocupación persiste ya que la temporada de huracanes ahora finaliza el 15 de noviembre de manera oficial, volviéndonos mucho mas vulnerables que antes. Los efectos del Cambio Climático nos han demostrado que los fenómenos naturales ahora son mucho más frecuentes, severos, más erráticos y complejos de predecir. Lamentablemente podemos casi afirmar que estas tormentas han casi acabado con el rubro del banano ya que previo a Eta y Iota el país contaba con alrededor de 25 fincas de productores independientes, de las cuales apenas subsistieron unas 5 en 2022, pero que fueron afectadas por las recientes inundaciones. 

La pregunta que surge es: ¿Podemos hacer algo al respecto? No debemos caer en el error de creer que podemos controlar a la naturaleza, pero si reducir las afectaciones de las que hemos sufrido. Es importante mencionar que la solución integral a nuestra situación conlleva la recuperación de las cuencas, reforestación y rescate de nuestros bosques, una mejor cultura ambiental, no obstante, todas las anteriores podría tomar años. En el corto plazo lo mas viable son las obras de infraestructura que nos devuelva la tranquilidad de no desvelarnos para salir corriendo y evacuar nuestros hogares. Por décadas se ha analizado, discutido y debatido sobre los proyectos El Tablón para controlar las inundaciones del Río Chamelecón y Llanitos y Jicatuyo para controlar los caudales del Río Ulúa y así lograr la protección del Valle de Sula. No obstante, la política, nuestro principal mal, no ha permitido concretar dichas obras.

Debido al comportamiento del Río Chamelecón numerosos especialistas han llegado al consenso que la represa El Tablón debería ser una represa de control de inundaciones con características que permitan controlar varias avenidas, o “rompe picos”. Según datos de las autoridades la construcción de El Tablón para control de inundaciones tomaría unos 4 años y medio con un costo aproximado de US$115 millones, o unos L3,000 millones. Los análisis de factibilidad para generación de electricidad arrojan que su potencial es bajo, encareciendo su costo hasta unos US$270 millones con una capacidad instalada de apenas 20MW. Sumado a estos costos adicionales también podría implicar inundar comunidades y el reasentamiento de unas 3,000 personas.

En el caso del Río Ulúa se ha contemplado la construcción de los Llanitos, con 80MW, y Jicatuyo con 210 MW de capacidad instalada, y tomarían entre 8 a 10 años en su construcción. El costo estimado podría rondar los US$1,000 millones, no obstante, serían proyectos similares a El Cajón, siendo proyectos multipropósitos para el control de inundaciones, agua potable e irrigación, y generación de electricidad. Adicionalmente se está avanzando en el desarrollo del proyecto hidroeléctrico El Tornillito, de inversión privada, que tendría una capacidad instalada de 200MW y un costo de unos US$700 millones. De entrar en operación el proyecto hidroeléctrico El Tornillito se podría regular de mejor forma el caudal del Río Ulúa y daría tiempo al país para construir los otros dos proyectos.

Podemos concluir que el no contar con estos proyectos le ha salido mucho más caro a Honduras, ya que el costo sumado de los 3 proyectos estatales es de L27,000 millones, y los daños ocasionados entre 2020 y 2022 alcanzan los L55,000 millones. Mientras no hagamos a un lado la política e iniciemos con la construcción de estas obras seguiremos ampliando la cifra de daños y pérdidas humanas.

Pero nunca olvidemos que si bien es cierto estos dos proyectos nos ofrecen múltiples beneficios, su objetivo primordial debe ser el control de inundaciones y la protección de las vidas de la población del Valle de Sula.

Related Posts

  1. Sharon Lainez says:

    A la verdad es cierto los huracanes que a atravesado el país a ocasionado muchos daños y por lo que se informa también a habido mucha inversión por los daños y los efectos en la economía así que si está en la posibilidad de dicha inversión que se haga y ayudará mucho a la población ya que las últimas tormentas donde más se a visto afectado a sido la zona norte y occidente del país.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *