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Presidente Hernández llama a construir grandes acuerdos para enfrentar los nuevos desafíos del país

Tegucigalpa, 25 de enero. Al instalarse hoy la cuarta legislatura del Congreso Nacional, el presidente de la República, Juan Orlando Hernández, resaltó los logros de su tercer año de Gobierno y aseveró que “seguir avanzando exige de todos nosotros para construir, desde nuestras diferencias, los grandes acuerdos y coincidencias que nos permitan enfrentar los nuevos desafíos” del país.

El mandatario reafirmó la urgencia de que el Congreso Nacional apruebe las reformas penales necesarias para repotenciar el combate de la delincuencia, en particular del narcotráfico y las pandillas, y así seguir mejorando los índices de seguridad alcanzados hasta ahora.

Hernández trazó una visión optimista del futuro del país y advirtió que “en esta época que Honduras está viviendo solo hay espacio para gente positiva”.

A continuación el discurso del presidente de la República ante el pleno del Congreso Nacional:

Hermanas y hermanos hondureños, muy buenos días a todos y todas.

Quiero destacar la presencia de nuestros compañeros y distinguidos líderes del Poder Legislativo, presidente Mauricio Oliva; presidente Rolando Argueta, del Poder Judicial, y de igual manera a todos los demás servidores públicos, diputados, diputadas, personal del Ejecutivo y destacar especialmente la presencia de la honorable Corte Suprema de Justicia.

A los amigos de Honduras que hoy nos acompañan en este evento, a todo el cuerpo diplomático, a los distinguidos miembros de las organizaciones de sociedad civil y al pueblo hondureño en general.
Señores diputados y diputadas, agradezco a Dios que nos permita hoy reunirnos aquí en el Congreso Nacional y que todo lo que se haga, se diga, sea en su nombre.

Como lo hago todos los años inicio mis palabras honrando, felicitando a la valiente, leal y hermosa MUJER HONDUREÑA, este 25 de enero que es su día.

Quiero aprovechar esta oportunidad para destacar a todas las mujeres hondureñas, su entrega, su amor por su familia, por sus comunidades y mandarles un abrazo solidario a la distancia, se encuentren donde se encuentren.

Y además un abrazo especial a las mujeres diputadas; talentosas, diligentes y hermosas diputadas que hoy nos acompañan en este hemiciclo.
Gracias por servirle a los hondureños, diputadas.

También quiero destacar un especial saludo a doña Rina de Oliva; un abrazo a la distancia, doña Rina.

Y este día, además de ser especial porque es el Día de la Mujer Hondureña, para mí de igual manera tiene otra connotación muy personal: es el cumpleaños de mi madre, doña Elvira. Allá a la distancia y un beso a mi madre y desde luego mi saludo especial a mi amiga y esposa Ana, por todo lo que me acompaña trabajando por Honduras.

Señoras y señores diputadas y diputados:

Hoy me presento ante ustedes para entregarles el informe del año 2016, que ha sido un año con muchos retos, que gracias a Dios hemos logrado también avanzar de manera importante.

Quiero reconocer el extraordinario aporte patriótico, con amor a esta Honduras, de todos ustedes, diputados y diputadas de todas las bancadas de los partidos políticos, que han sabido demostrar a través del debate la aprobación de piezas de legislación que son sumamente importantes, de mucho beneficio para el pueblo hondureño.

Hay muchas, pero yo quisiera destacar unas pocas para mandar ese mensaje de reconocimiento a cada uno de ustedes; por ejemplo, todo el nuevo concepto de lo que va a ser un programa que va a marcar un antes y un después de cómo el Estado de Honduras atiende a la mujer hondureña, particularmente a las más necesitadas, las que sufren más, como es el apoyo que ustedes le dieron a la iniciativa que enviamos de parte del Ejecutivo para crear el programa de Ciudad Mujer. Muchas gracias a las diputadas especialmente y a los diputados.

También ustedes nos ayudaron haciendo su parte cuando enviamos la iniciativa para crear la Comisión que hoy está depurando como nunca la Policía Nacional y también espero su acompañamiento ampliando el plazo, el término de duración, porque viene lo que constituimos, lo que hemos querido construir y va a constituir el proceso de certificación permanente de la Policía Nacional.

También ustedes diputados y diputadas aprobaron el convenio con la OEA (Organización de Estados Americanos). De allí no solamente se deriva la creación de la Maccih, sino de igual manera la creación de juzgados contra la corrupción y contra la extorsión que tanto daño le ha hecho al pueblo hondureño.
Los presupuestos, que nos permiten hoy avanzar como nunca en diferentes áreas; gracias por su acompañamiento, muchas gracias.

Les damos las gracias en nombre del pueblo hondureño por todo eso que han aprobado en beneficio de nuestra gente.

Eso demuestra que, a pesar que tengamos diferencias, como es normal entre los seres humanos, y no poder estar de acuerdo en algunos temas, estamos demostrando aquí, ustedes y nosotros, que cuando los hondureños nos unimos somos capaces de hacer cosas extraordinarias y eso tiene el sello del Congreso Nacional de hoy.

Con toda humildad, debo reconocer que aún nos falta mucho por hacer, pero si nos miramos en el espejo del presente, del hoy, y comparamos esa imagen de hoy con las imágenes del pasado, sin duda el progreso, los avances y los cambios son significativos. Y esto no solamente es mérito de nuestro Gobierno, lo es igualmente de ustedes, de todo el sistema político hondureño. Es mérito de trabajadores, de empresarios, de iglesias, de sociedad civil, es mérito al final de todo el pueblo hondureño.

Siento también que es importante que los que estamos en la posición de servicio reconozcamos nuestros errores, al igual que todo aquello en lo que no hemos podido avanzar como nos lo habíamos propuesto.
Pero seguir avanzando exige de todos nosotros para construir desde nuestras diferencias los grandes acuerdos y coincidencias que nos permitan enfrentar los nuevos desafíos.

Necesitamos avanzar en el logro de una mejor distribución de los recursos productivos, de un reordenamiento rural y la resolución del tema de la tierra para los luchadores y luchadoras más humildes. Debemos apoyar a todo aquel hondureño por humilde que sea y que quiere poner su propio negocio, su propia empresa y consolidar esas empresas.

Necesitamos ampliar todavía más el acceso al crédito y la asistencia técnica para asegurar que las nuevas empresas sean viables, tengan éxito y se consoliden, sin importar su tamaño, y nos generen ingresos y empleo que tanto lo necesitamos.

El país requiere alcanzar muchos más hogares humildes con los beneficios de los programas sociales como el de Vida Mejor, complementándolos con un gran esfuerzo por llegar con agua potable y alcantarillado a todos los municipios del país en el mediano plazo, multiplicar las Juntas de Agua y obtener los recursos necesarios para lograrlo, y no podemos seguir tolerando que la gente que vive en las zonas marginadas, como ocurre en la capital del país, sigan pagando 50 veces más de lo que cada uno de ustedes y nosotros pagamos; eso hay que cambiarlo, y hay que empezar a trabajar ya.

Seguiremos avanzando en los programas de electrificación rural; se ha avanzado, pero no es suficiente, ustedes lo saben.

Tenemos la obligación moral de establecer un modelo actualizado de protección social, capaz de abarcar a toda la población, asegurando un acceso a una salud digna, medicamentos adecuados y suficientes, y un régimen de pensiones y jubilaciones que abarque progresivamente a la totalidad de la población trabajadora, a la totalidad de los empleados sin importar su ingreso.

Atrás tiene que quedar en los próximos años que solo un grupo reducido tiene acceso a la seguridad social; eso es lo que hemos iniciado con ustedes, pero tenemos que completarlo.

Honduras necesita continuar reforzando las condiciones sociales, económicas y jurídicas para orientar la inversión nacional y para atraer la inversión extranjera en los sectores ya identificados con un enorme potencial de crecimiento para la generación de empleo, como por ejemplo, la parte agroalimentaria, todo lo que es la agroindustria, textiles de última generación, la manufactura de autopartes, la industria de apoyo a los negocios, la masificación de los programas de vivienda social para los trabajadores más humildes, el turismo, entre otros.

Esa es la hoja de ruta que hemos construido ustedes y nosotros con el sector privado a través del programa Honduras 20/20. Como también necesitamos avanzar con más y mejor infraestructura.

Hoy estamos construyendo más puertos, aeropuertos, autopistas, corredores como nunca antes invirtiendo 48 mil millones de lempiras en la infraestructura que va a ser el despegue de este país, gracias al apoyo de ustedes.

Debemos concluir también con la alfabetización universal y la total cobertura de una educación inicial de calidad y progresar en el mejoramiento de la capacitación de los docentes hondureños, en la infraestructura educativa y en la dotación de equipamiento y material didáctico en los centros de enseñanza de todo el país.

Este año no nos va a quedar un tan solo municipio de las decenas que han existido que todavía no tienen colegio o un instituto a nivel de centro básico.

Estamos también al inicio del proceso histórico de evaluación con pruebas internacionales, porque si queremos que Honduras compita con el mundo, tenemos que partir de formar con los mejores estándares nuestro recurso humano, nuestra gente.

Viene la prueba PISA, que son estándares reconocidos a nivel internacional, a nivel mundial, y que busca medir las condiciones y potencialidades de la educación en el país, para tener una línea de base de dónde partir y poder direccionar mejor las políticas educativas y poder afianzar una efectiva inversión en ese tema.

Señoras y señores diputados:

En el tema de seguridad necesitamos avanzar aún más, mucho más, pero para ello precisamos perfeccionar las herramientas jurídicas disponibles, no podemos seguir con la normativa del siglo pasado enfrentando los grandes desafíos de hoy. Tenemos que actualizarnos, hacerlo adecuadamente, ver la evolución que ha experimentado la delincuencia para proteger las víctimas y para castigar a los responsables como debe ser.

Tenemos la obligación y la voluntad de concluir la reestructuración y depuración policial; eso es un imperativo que no puede detenerse.

Pero también esa depuración y reestructuración debe de ser para todos los operadores de justicia. Y yo aplaudo lo que ya inició el Poder Judicial y el Ministerio Público al respecto.

Igualmente tenemos que reforzar y tecnificar las capacidades de investigación del sistema, para terminar con la extorsión, erradicar la impunidad y concluir el esclarecimiento de los delitos como debe de ser en cualquier país civilizado, de avanzada.

Hemos avanzado mucho en el desmantelamiento de los carteles, de bandas. Hemos buscado la extradición, ponerlos a la orden de la justicia, incautar los bienes, pero todavía falta porque tenemos un grave problema, como la droga se está quedando localmente en manos de nuestros jóvenes, y yo llamo a ustedes, Congreso Nacional, la atención sobre este fenómeno: es la ampliación del mercado doméstico de drogas afectando especialmente a nuestra juventud, inclusive a nuestra niñez, porque existen centros de acopio y rutas de distribución a los que se han volcado las maras y pandillas como su principal negocio.

Si actuamos rápido, con decisión y con el concurso de toda la sociedad y el sistema político yo sé que estamos a tiempo de frenar ese desafío y derrotarlo.

No podemos perder tiempo, tenemos que actuar en conjunto.

La extorsión muchas veces, cuando participan servidores públicos, eso es corrupción, una forma maligna que amedrenta y crea terror entre los que la sufren. Se trata de una forma cobarde de acosar a la gente honesta y luchadora con actos de terror premeditado, por lo que se justifica establecer castigos ejemplares para quienes cometen este delito y es un mal que debemos de erradicar por completo de Honduras. Para eso necesitamos trabajar juntos.

En estos temas algunos no estarán de acuerdo conmigo en nuestras propuestas, en nuestra forma de enfrentar estos grandes desafíos, pero yo estoy convencido que no hay ningún hondureño que le quepa la menor duda de cuáles son mis convicciones, y mi convicción es que este pueblo tan sufrido viva en paz y tranquilidad y para eso hay que proteger al pueblo hondureño.

A propósito, quiero abrir un paréntesis para que analicen qué han venido haciendo con profundidad varias reformas de orden electoral, penal, entre otros.

Antes de hablarles de la parte penal, yo quiero pedirles que, así como aprobaron la reforma constitucional en la parte electoral, hoy inicia la legislatura, por qué no le dan un fortalecimiento o un mayor a la democracia hondureña y ratifican esa reforma constitucional para que ustedes, los que no tienen presencia, puedan tenerla en los tribunales electorales.

Bueno, esa es una decisión de ustedes, señores y señoras diputadas, y en el momento que ustedes tomen la decisión, si es continuar con lo que ya comenzaron, el presidente Mauricio Oliva, los secretarios, saben que es cuestión que ustedes me manden el documento y como corresponde, de acuerdo a la Constitución, yo le pongo la firma para que se publique como corresponde.

Pero bien, ahora quiero hablarles también de las reformas penales que les envié. Yo estoy sumamente impactado con lo que he visto en estos tres años a nivel del sufrimiento del pueblo hondureño. Yo quiero pedirles que hagamos una reflexión y nos pongamos no únicamente en la condición de servidores públicos, que también hay que tenerla presente, sino también en la condición de padres y madres de familia, de abuelos, que muchos de ustedes son.

Imaginémonos que de aquí salimos a un restaurante; estamos departiendo, alegres con nuestras familias, y de repente ingresa violentamente un grupo de encapuchados con un tambo de gasolina en la mano y empiezan a regar gasolina por todo el recinto del restaurante y le prenden fuego, y si ustedes no se salen y sacan a su familia pueden correr el riesgo de morir allí.

Yo pregunto, porque es válida la pregunta en el debate, ¿eso es una protesta pública o un acto de terror? Son cosas sobre las que tenemos que reflexionar porque eso es lo que está viviendo mucha gente en el país, a las que ustedes representan y yo represento.

Por ejemplo, otra reflexión: por qué el juez considera de acuerdo a ley que no se ha perfeccionado el delito de extorsión, pero la persona ha recibido un pedazo de papel con las peores de las amenazas escritas allí, y además muchas veces le incluyen un proyectil. ¿Por qué el juez, amparado en la normativa, va a decir que no hay delito de extorsión porque no ha pagado todavía la persona? ¿Y si esa persona ha tenido que sacar a su familia corriendo de su casa y dejando abandonado todo?

Es lo que estamos viviendo, eso es lo que tenemos que ver; es un tema delicado, lo entiendo, pero partamos de lo que nuestra gente está viviendo y pongámonos en los zapatos de los humildes que sufren día a día esto, para dar una respuesta.

Como servidor público, de igual manera que como padre de familia yo les pido que discutan, debatan y aprueben las reformas al Código Penal que les enviamos y ustedes pueden enriquecerlas, estoy seguro, pero es fundamental porque cada día es el sufrimiento de miles de familias.

Quiero reafirmar que los hondureños tenemos en principio muchas más coincidencias que diferencias en cuanto a los grandes objetivos nacionales; el pueblo hondureño tiene derecho a exigirnos que construyamos a partir de la coincidencia y que resolvamos nuestras diferencias con alto espíritu patriótico.

Nunca habíamos avanzado en tan poco tiempo como hoy, pero no es suficiente porque hay una enorme deuda. Ahora llegamos hasta aquí, pero yo les digo que tenemos la capacidad para esto y mucho más.

Muchos hondureños aún no tienen idea de la capacidad que este pueblo tiene cuando se junta. Lo he comprobado, lo he vivido a lo largo y ancho de este país en estos tres años, yo sé de lo que somos capaces.

Yo les hago un llamado a todos. En los próximos años vamos a sorprender al mundo los hondureños diciéndoles con hechos de qué somos capaces de hacer para transformar esta nación que tanto ha sufrido.
Recuerden y nunca olviden de dónde venimos, todo lo que hemos superado, y proyectémonos en el tiempo y mirémonos dónde vamos a estar en el futuro.

Aquí no hay más espacio para aquella gente, que ya es poca por cierto, que solo mira lo negativo, que promueve la haraganería, la indolencia, el pesimismo, la corrupción, en fin, aquí no hay más espacio para esos pocos que muchas veces quieren dañar la imagen del país a cambio de unos pocos dólares o euros.

Aquí no hay más espacio para eso. En esta época que Honduras está viviendo solo hay espacio para gente positiva, gente honesta, emprendedora, comprometida, entusiasta y gente que quiera acompañar este salto de Honduras al futuro, un salto al progreso, a la tranquilidad definitiva de nuestro pueblo.

Yo estoy convencido de eso. Hacer frente con éxito estos y otros desafíos de cara al futuro no es tarea solo del Gobierno ni del Congreso ni de ningún partido político en particular, lograrlo requiere de construir una férrea unidad de propósitos de esta generación de políticos y de líderes de los diferentes sectores, de la sociedad y su conjunto, de trabajadores, de empresarios, de iglesias, de la sociedad civil.

Yo estoy convencido que juntos, con nuevos bríos, con una actitud diferente, esta generación de hondureños, haciendo cada quien su parte, vamos a sorprender próximamente al continente y al mundo transformando nuestro país como nunca ha ocurrido.

Al igual que en los próximos años estoy convencido que Honduras va a sorprender al mundo y les digo esto porque lo he vivido recientemente en muchos barrios, aldeas, caseríos, donde la gente se sentía olvidada.

Estoy convencido, porque desde nuestros hermanos más humildes y los más luchadores saben que tienen derecho y que con el apoyo nuestro ellos pueden construir un nivel de vida con dignidad como deben de vivir todo ser humano y eso se llama justicia social que mucha falta le ha hecho a este país.

Oigan bien el día que se los digo: a pesar de que algunos en su fuero interno no lo sientan todavía, Honduras sorprenderá en los próximos años a este continente, al mundo con una enorme capacidad de comercio provocada por la inversión de capital nacional y extranjero que nos va a generar una enorme cantidad de riquezas, pero que debe ir a la par de una generación de oportunidades sociales con mucho empleo para mejorar la vida de los hondureños.

Honduras también va a sorprender al mundo en los próximos años y van venir a entender cómo es que, después de tener únicamente un cinco por ciento de cobertura de seguridad social para su gente, seremos un país que tendrá una seguridad social universal sin importar el ingreso de nuestros compatriotas.

En los próximos años sorprenderá al mundo de tal manera que vendrán a estudiar qué hemos hecho los hondureños para recuperar la paz y tranquilidad que nos habían robado.

Y ya están viniendo a ver, porque es que Honduras está sorprendiendo con una enorme cantidad de miles de kilómetros de carreteras, construyendo puertos, aeropuertos, porque nos vamos a convertir en el Corredor Logístico de Centroamérica para el continente.

En los próximos años vamos a entregarles a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos un país incluyente, un país en el que cada hondureño se mire como ser humano y sienta que aquí puede desarrollar sus más grandes sueños.

Es la Honduras que estamos construyendo y que en los próximos cinco años se mirará con mayor claridad para poderla abrazar todos; eso es lo que ustedes y nosotros estamos construyendo, es un ejemplo para el continente y para el mundo.

Y para eso hay que pedirle a Dios que nos acompañe, hay que trabajar arduamente, hay que ser positivos y no desmayar nunca, porque se puede, claro que se puede.
Señoras y señores diputados:

A pesar de que este sea el inicio de un año electoral yo tengo que seguir trabajando; por eso les traigo un paquete de iniciativas de ley que yo espero que me los consideren tan pronto ustedes puedan.
No quiero interrumpir tampoco sus campañas, porque sé que todos ustedes están en ese propósito.
Hoy me despido de ustedes y les agradezco por todo el apoyo; este es mi último informe… de la
legislatura, pero seguiré viniendo a presentar informes por la voluntad de Dios y del pueblo hondureño.
Muchas gracias y que Dios bendiga a Honduras.
Que Dios bendiga al pueblo hondureño.

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