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Según sociólogo: «Nasralla debe entender que un partido no es como sus programas de televisión»

El sociólogo Julio Navarro, comentó que el presidenciable Salvador Nasralla, debe entender que un partido político no es como sus programas de televisión donde él puede quitar o poner a los concursantes a la hora que lo desee.

El presentador de televisión, quien dirige los programas X-0 y 5 Deportivo, enfrenta en la actualidad una crisis al interior de su Partido Salvador de Honduras (PSH) luego que en una asamblea celebrada el domingo anterior una facción de su partido eligió a Henry Osorto como presidente de ese instituto político.

El directorio del PSH, presidido por Nasralla, advirtió que expulsaría a todos los dirigentes que participaron en ese evento, pues lo considera ilegal. Asimismo convocó a otra asamblea el 15 de mayo.

Navarro dijo que “Salvador supone que, así como en sus programas él puede elegir a sus muchachas para tenerlas y escoge a los que van a concursar, de esa misma forma va a escoger a las autoridades internas de su partido y los que van a cargo de elección popular”.

En ese sentido, sostuvo que “Salvador está en una situación difícil porque un partido es una institución de derecho público, no de derecho privado. En la personería jurídica que le aprobaron se establecen los mecanismos del funcionamiento interno del PSH y cómo se eligen a sus autoridades”.

“Hay que recordar que Salvador perdió el Partido Anticorrupción (PAC) por no haber hecho el debido procedimiento de los requisitos y reglamentos del partido”, agregó.

“Salvador ahora pareciera que va por el mismo camino y con una diferencia, en la actualidad al interior del PSH hay gente con mayor talento jurídico como para poderle cuestionar sus pareceres y procedimientos”, analizó.

“Además, hay otro elemento y es que Salvador puede caer de nuevo en manos del Consejo Nacional Electoral (CNE) integrado por delegados de los partidos que él más ha criticado”, afirmó.

Consideró que “Nasralla tiene un record de siete años haber creado dos partidos, pero también tiene el récord de haber perdido uno en menos de cuatro años”, agregó.

“Por eso a este último partido le puso Salvador de Honduras, pero en las actuales condiciones al que hay que salvar es el partido de Salvador, porque sí creo que está en una situación difícil”, concluyó.

Tmado de STN-Noticias

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  1. Regina Raquel Sierra says:

    Es complicado intentar entender de cierto modo lo que Nasralla quiere hacer, parece tener ideas poco claras de lo que realizara a futuro, por no decir que parece estar yéndose por la línea de querer ganar todo y de la forma mas rápida.

  2. Jhony Osorto says:

    El sociólogo Julio Navarro expone que el actual presidente del partido Salvador de Honduras, Salvador Nasralla se encuentra en aprietos al darse por conocido que sus autoridades políticas internas han escogido a Henry Osorto como presidente de dicho partido político, además apunta que el ingeniero Salvador no puede expulsar a dichas personas que votaron en su contra ya que este no es uno de sus programas televisivos, sino un partido político de derecho público.

  3. Pues realmente no es etico ver como por «salir en programas de tv»., por «tener audiencia» , creerse que puede mandar y elegir a las autoridades que el desea , de igual no se debe cantar victoria cuando al fin y al cabo es el pueblo quien elige el mando para que una persona sea presidente y antes de llenarse la boca y decir los aspectos que va realizar si llega al mando de la presidencia debería cumplir como persona con los requisitos y los reglamentos de un partido ya que es muy criticado.

  4. Gloria Suyapa Pérez Montoya says:

    Salvador Nasralla a demostrado que no tiene – ni en lo más mínimo – interés político, para realizar un proyecto de pais; solamente tiene un interés político a nivel personal.

    El PSH a demostrado que está dividido internamente y que no llegará lejos, simplemente sucederá lo mismo que con el PAC.
    Salvador Nasralla es una persona con objetivos no claros ante la población, y a demostrado que tiene un discurso carente de aceptabilidad social y, sobre todo, de una ideología política.

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