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COLUMNA: Electrocutados con un aumento del 35%: Causas

Por: Kevin Rodriguez Castillo, Economista Especialista en Energía

En una columna anterior intenté abordar y explicar de forma sencilla, el porqué del aumento del 35% a la factura de electricidad. Pero también vale la pena conocer las causas y factores externos que incidieron y continuaran influyendo en nuestro recibo de electricidad. Si bien es cierto nadie puede prever el futuro, en economía hemos desarrollado herramientas y mecanismos que nos permiten entender mejor las dinámicas de los mercados y así realizar simulaciones de escenarios futuros. En econometría, la primera lección de las proyecciones es que todas van a estar equivocadas, sin embargo, lo que buscamos a través de estos ejercicios es estar lo “menos equivocado” posible.

Luego del inicio de la pandemia por el COVID-19, cuando se vieron los terribles efectos de esta enfermedad, todos los gobiernos del planeta tomaron una serie de medidas sanitarias buscando preservar la salud de sus poblaciones, pero con un impacto directo en la actividad económica mundial. Lo anterior significó una reducción a casi cero vuelos internacionales, viajes terrestres, y una diversidad de actividades que típicamente influyen en la demanda de los combustibles derivados del petróleo. No obstante, el impacto de la pandemia no solo fue en la demanda, sino también en la oferta, ya que la incertidumbre creada por esta enfermedad incidió para que las empresa y países petroleros redujeran sus inversiones en la producción de este, ya que incluso llegamos a tener barcos llenos de crudo varados en medio del océano debido a que las instalaciones de almacenamiento estaban a su máxima capacidad en abril del 2020.

Luego, con el desarrollo de las vacunas y las campañas de inmunización, las economías mundiales tuvieron comenzaron a normalizarse, generando un impacto en la demanda de los derivados del petróleo, pero siempre con las limitaciones en la producción. Según datos de la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA), la demanda de crudo superó a la producción en 1.4 MMbd en promedio, a lo largo del 2021.

Pero, ¿qué tiene que ver todo esto con mi recibo de la luz? Es una pregunta muy válida de la población hondureña. Esto nos debe interesar ya que una gran parte de los países utiliza combustibles fósiles para generar electricidad. En el caso de los países centroamericanos, con excepción de Costa Rica, producimos entre un 30% y 50% de nuestra generación con combustibles importados, por lo que cualquier variación en el precio internacional del petróleo tendrá un impacto en los costos de generación a base de derivados del crudo, proporcionalmente al porcentaje de producción que se genere.

Vale la pena aclarar que existen otros factores que también repercuten en la variación de los costos del suministro eléctrico, como la variación del valor de nuestra moneda frente al dólar, y los niveles de los embalses de las plantas hidroeléctricas. Este último tuvo un mayor porcentaje de peso en el último ajuste a aplicarse en el primer trimestre del 2022, básicamente debido a que el invierno del 2021 no fue tan bueno como se esperaba, la generación hidroeléctrica de las plantas de la ENEE tendrá una menor capacidad de producción para el presente año, reduciendo su capacidad de desplazar generación de mayor costo.

Lo anterior nos da una importante lección, a pesar de que Honduras no tiene mayor injerencia en las decisiones internacionales que definen los precios internacionales del petróleo, las autoridades deben abocarse a los entes técnicos como la Comisión Reguladora de Energía Eléctrica, el Operador del Sistema y la Secretaria de Energía a fin de elaborar un plan que permita manejar de manera más eficiente las volatilidades del subsector eléctrico. La recomendación más importante es seguir el ejemplo de países como Panamá o Guatemala que llevaron a cabo un proceso de reforma y modernización de sus respectivos mercados eléctricos que les permitió ser tan rentable, que hoy dicho sector genera riqueza al Estado, a través de la cual pueden proveer subsidios cuando se vuelve necesario.

Nuestro caso es, al contrario, que, si seguimos bajo el esquema actual, sin implementar realmente la LGIE, el Gobierno deberá estar rescatando a la ENEE año con año hasta que no queden más recursos.

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