Tegucigalpa, Honduras.- La paralización del trasvase, filtros dañados y el mal servicio de agua potable a los pobladores del Distrito Central, fueron los daños que la falta de voluntad de administraciones anteriores dejaron en total abandono el sistema de agua en la capital.

El reto de la nueva administración, es mejorar el servicio de todo el sistema de la Unidad Municipal de Agua y Saneamiento (UMAPS), desafío que se ha logrado en un 90 % con las reparaciones y habilitaciones que se han hecho en las plantas de tratamiento de Los Laureles y El Picacho.

En la represa Los Laureles se encontró con problemas de filtración, y se han rehabilitado tres de seis filtros, es decir, el 50 % ya están funcionando y eso permitió subir la producción de agua y que la frecuencia de distribución bajará de cinco a un día de por medio.

En las plantas de tratamiento de Miraflores se encontró los tres filtros en mal estado, solo un módulo de producción de agua trabaja en un 50 % en la actualidad, pero ya se comenzó con los trabajos de restructuración para que la planta funcione en un 100 %.

En la planta de tratamiento de El Picacho se encontró el equipo de dosificación en mal estado, la cual ya se rehabilito y de 16 filtros solo siete estaban funcionando, sin embargo, en la actualidad ya están trabajando 10, mejorando así la calidad y el servicio que se brinda a los abonados.

Esos males heredados son parte del pasado, debido a que el trasvase ya fue reparado y en la actualidad está funcionando las 24 horas del día.