Tegucigalpa, Honduras.- El Juzgado de Letras con Competencia Territorial Nacional en Materia Penal dictó este viernes la detención judicial para el hondureño extraditado desde Colombia, Ramón Matta Waldurraga.

El hondureño fue repatriado desde el país sudamericano, para enfrentar a la justicia hondureña, que lo acusa del delito de lavado de activos.

En horas de la tarde, un Juez con Jurisdicción Nacional llevó a cabo la audiencia de declaración de imputado, llegando a la conclusión que Matta Waldurraga cumpliría con la medida de prisión preventiva

Operativo para retorno a Honduras

El imputado fue repatriado este viernes desde Colombia, donde estaba preso desde diciembre de 2019 tras cumplir antes dos años de prisión en EE. UU. por tráfico de drogas.

Matta Waldurraga, que también tiene la nacionalidad colombiana, arribó hoy al Aeropuerto de Palmerola, donde fue recibido por agentes policiales, dijo el portavoz de la Policía Nacional, Miguel Martínez.

El acusado fue repatriado de Colombia por tener “alerta roja” de Interpol en el marco de la Operación Liberación, y agentes de la Dirección Policial de Investigaciones y de fuerzas especiales, entre otros, participaron en el traslado de Matta Waldurraga, agregó.

Con ello se da cumplimiento a una orden de captura en su contra emitida el 16 de junio de 2017 por un juzgado de extradición de primera instancia de la Corte Suprema de Justicia, donde comparecerá la tarde de hoy en la primera audiencia, señaló el portavoz policial.

Narcotráfico

El repatriado es hijo del hondureño Juan Ramón Matta Ballesteros, quien fue capturado en Tegucigalpa en abril de 1988 por miembros de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) y fue llevado a ese país, donde en enero de 1990 fue condenado a cadena perpetua.

Las autoridades de Honduras solicitaron en enero de 2020 a Colombia la extradición de Matta Waldurraga, quien viajó a ese país tras cumplir dos años de prisión en EE. UU. por cargos de narcotráfico.

El 7 de diciembre de 2017, Matta Waldurraga presentó su declaración de culpabilidad ante una corte de Nueva York y se declaró culpable del delito de conspiración para el tráfico de drogas en Estados Unidos.

Además de admitir su culpabilidad, el hondureño acordó con el juez Kiyo Matsumoto, que llevó su caso, entregar 1,7 millones de dólares.