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El Movimiento Estudiantil Universitario presentará hoy propuesta formal de diálogo a las autoridades de la UNAH

En forma exclusiva, el diario digital www.elinformativo.hn da a conocer el documento integro que presentará hoy el Movimiento Estudiantil Universitario a las autoridades de la máxima casa de estudios y que va dirigido a la solución del conflicto, que esta a punto de cumplir un mes de suspensión de clases.

Los estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) organizados en el Movimiento Estudiantil Universitario (MEU) conscientes de las crisis que atraviesa nuestra universidad, y con la responsabilidad académica y política que esto amerita; después de un proceso de construcción, discusión y socialización damos a conocer a las autoridades universitarias y a la comunidad hondureña en general, nuestra Propuesta de Diálogo.

El objetivo de esta propuesta es llegar a un acuerdo con las Autoridades Universitarias, que permita encontrar una solución viable a la problemática académica y política que se ha identificado en el actual proceso de reforma universitaria, en un esfuerzo conjunto entre ambos en favor de la calidad educativa.

En esta propuesta se incluyen algunas exigencias del MEU para que el diálogo pueda llevarse a cabo, además se presentan los elementos de la reforma universitaria que entran en contradicción y que generan esta crisis universitaria, los cuales se han identificado en el seno del movimiento estudiantil a partir delas investigaciones y análisis de los últimos años.

Finalmente la propuesta de diálogo, que nos permita establecer un nuevo pacto universitario, que de pistas para avanzar en los procesos de democratización de la universidad, en base a objetivos y metas.

I. Exigencias del Movimiento Estudiantil Universitario (MEU)

El Movimiento Estudiantil Universitario (MEU), como espacio estudiantil, ante la problemática de la UNAH ha visto la necesidad de organizarse y promover un espacio de sinergia y articulación que permita mediatizar la crisis universitaria y además construir propuestas para solventarla.

Las exigencias que ahora señalamos como Movimientos Estudiantil Universitario, están definidas y argumentadas a continuación, y se plantean bajo un posicionamiento académico y político que pretende conquistar la participación estudiantil que legítimamente corresponde a los estudiantes ante los órganos de gobierno universitario, con el propósito de avanzar en los procesos de democratización de nuestra universidad y de reorientar el rumbo de la actual reforma universitaria.

Enmarcamos nuestras exigencias en cuatro bloques:

1. Derogación de las normas académicas
2. Participación estudiantil
3. Cese a la criminalización estudiantil
4. La desmilitarización de la universidad

Derogación de las Normas Académicas Actuales

En primer lugar queremos aclarar que no estamos en contra de la existencia de normas que rijan nuestro quehacer académico, ni de las respectivas autoridades que hagan cumplir tales normas, pues tenemos claro que las normas académicas son un instrumento necesario para orientar los procesos académicos.
Nuestra exigencia es la derogación de las actuales Normas Académicas ya que en éstas, como en su proceso de construcción encontramos una serie de contradicciones que especificamos a continuación:

 Estas normas fueron aprobadas en un contexto marcado por la elección ilegitima de representación estudiantil ante Consejo Universitario en el año 2014, lo cual implica la Ausencia de la participación estudiantil, tanto para su construcción como para su aprobación. Una actitud que deja de lado la opinión de estudiante y con ella la realidad concreta de lo que éste vive a diario desde su carrera, o sea, que ignora los problemas y dificultades que el estudiante enfrenta en los procesos de enseñanza-aprendizaje y que afectan su rendimiento académico.

En esos niveles, la participación estudiantil fue nula y es por ello que las normas académicas no conciben la realidad académica y sociocultural del estudiante universitario, siendo esto un elemento importante que contradice la noción de calidad educativa establecida por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), por el Consejo Superior Universitario Centroamericano (CSUCA), y por el Sistema Centroamericano de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior (SICEVAES).

 La conceptualización de Calidad Educativa que se mediatiza en las normas académicas es muy limitada porque contradice los tres pilares del proceso de reforma universitaria que son docencia, investigación y vinculación. Puesto que únicamente se analiza la calidad desde una perspectiva cuantitativa, medida a partir de índices de permanencia, ingreso y egreso de estudiantes, que hace a un lado la responsabilidad de la universidad en la formación de ciudadanos socialmente responsables, como lo establecen la Constitución de la República, la Ley Orgánica de la UNAH y la Ley de Educación Superior.

 Vemos un vacío epistemológico, político y académico, en el proceso de reforma universitaria que se ampara en las normas académicas, cuando éstas carecen de objetividad ya que no han sido construidas a partir de estudios científicos que permitan la concepción de las mismas en un marco de pertinencia social, cultural y económica. Es decir que esta reforma antes que responder a las necesidades de país, responde a la necesidad de internacionalización de la educación superior.

Participación Estudiantil

En la Cuarta Reforma Universitaria se establece como uno de los pilares centrales, la responsabilidad de la universidad en desarrollar la ciudadanía estudiantil universitaria, sustentada en que el sujeto que se educa en la universidad sea portador de los valores académicos, éticos, y políticos que le permitan vivir en comunidad y ser partícipe de los procesos de transformación social.

Desde la concepción de universidad pública la participación estudiantil es el elemento imprescindible que le permite a la universidad avanzar en los procesos de democratización social y en la creación de comunidad universitaria. Este postulado implica, como lo establece la Ley Orgánica (art. 44 y art.45), que el estudiante tiene que ser el creador de la dinámica universitaria, mediante los mecanismos de participación estudiantil a través de las Asociaciones de Carreras, Comités Técnicos de Carreras, Juntas Directivas de Facultad, Consejo Universitario y la Federación de Estudiantes Universitarios (FEUH).

Para garantizar la calidad y pertinencia de la educación, debemos tener una participación activa y deliberativa dentro de la comunidad universitaria a través de las asociaciones estudiantiles de carrera, de facultad, la FEUH y los órganos de cogobierno: Comité Técnico de Carrera, Junta Directiva de Facultad y el Consejo Universitario. Sólo el ejercicio de la ciudadanía universitaria en la construcción de ésta como comunidad nos permitirá construir la nueva universidad que todos queremos.

Desde el MEU consideramos que la democratización de la universidad solo será posible mediante la participación estudiantil, ya que la participación es la garante de fortalecer la ciudadanía estudiantil universitaria mediante la puesta en marcha de la vida académica y la vida política que se recrea en el espacio social de la universidad.

Cese a la Criminalización del Estudiante Universitario en Protesta

En la UNAH desde el 2014 al 2016 se ha penalizado la protesta estudiantil. En un marco de universidad, las autoridades han cerrado los espacios de participación estudiantil con el desarrollo de una reforma universitaria que no responde a los intereses del estudiante, mucho menos los intereses del país; debilitando los procesos de organización estudiantil desde las asociaciones estudiantiles de carrera.

La criminalización del estudiante universitario está enmarcada en prácticas reaccionarias y conservadoras, que, desde la visión única de universidad, se trata de censurar a las voces que buscan avanzar en los procesos de democratización de la universidad.

Además la criminalización de los estudiantes en protesta ha estado relacionada con una política de Estado, donde las instituciones de justicia del país a través de las órdenes de las autoridades universitarias se encargan de enjuiciar a los estudiantes violentando pactos internacionales de Derechos Humanos y normativas legales establecidas en el código penal.

Por estas razones exigimos el cese a la criminalización estudiantil, es decir que las autoridades universitarias retiren las demandas y requerimientos fiscales en contra de los estudiantes.

Desmilitarización de la Universidad

En la UNAH, la guardia privada (ESPA) es la encargada de llevar a cabo la persecución y hostigamiento a dirigentes estudiantiles, mediante prácticas de seguimiento y violación de derechos, que trastocan la dinámica estudiantil en la universidad.

En los últimos actos de protesta estudiantil, la guardia privada de la universidad disparó hacia uno de los estudiantes causándole lesiones en su cuerpo, también, el hostigamiento hacia los estudiantes que actualmente acuerpan los edificios de la universidad.

Por eso reiteramos la desmilitarización de la universidad, para resguardar la autonomía universitaria, evitando la intromisión de entes externos que atenten contra la seguridad de los miembros de la comunidad universitaria. Y que en cambio se cree un cuerpo de seguridad universitaria capacitada y formada con enfoque en derechos humanos, partiendo de las experiencias exitosas, reglamentaciones adecuadas y experiencia de especialistas en seguridad universitaria.

II. Diálogo y Crisis Universitaria

Para que la universidad contribuya a esa transformación social que permita el desarrollo en todos los factores –humano, social, económico, político, cultural, Etc. –se requiere de una educación de la más alta calidad, con enfoques pedagógicos, didácticos y andragógicos que dinamicen la apropiación de los diferentes contenidos socioculturales y económicos de las sociedades y comunidades; la profundización de los mismos para empezar el proceso de sistematización; para finalmente llegar a la transformación de esos contenidos.

Por tanto, para garantizar la educación de calidad es necesaria una participación democrática de los sectores educacionales, así como lo dictan los principios establecidos en la Conferencia Mundial de Educación Superior de la UNESCO celebrada en París el año 2009. Es decir que la participación estudiantil es un garante para la transformación del país.

En tal sentido con la actual reforma se observa un retroceso en los procesos académicos ya que no se garantiza la educación de calidad por medio de la participación estudiantil, siendo esta la crisis de: ¿Qué es universidad? ¿Cuál es la dinámica de la universidad? ¿Cuál es la universidad que necesitamos para transformar nuestra realidad? y ¿cómo construimos esa universidad que deseamos?, en otras palabras, tenemos una crisis del ser y él debe ser de la universidad en sus cimientos epistemológicos, ontológicos, teleológicos y metodológicos: no existe un modelo académico de universidad.

Esta falta de sustento para tener una universidad de acuerdo a nuestra realidad y cómo transformarla se refleja directamente en los tres ejes de docencia, investigación y vinculación; agravándose y profundizando la crisis universitaria en un proceso de contrarreforma iniciada en el 2009, cuando fue la última reconfiguración de las fuerzas sociales y productivas, y por lo tanto las élites y oligarquías del país donde se germina este proceso.

Dicho proceso iniciado en el año 2009, contradice la naturaleza de la universidad pública, pues la UNAH deja de ser el espacio social en el cual la ciencia, la academia, la técnica y el arte son orientados al desarrollo profesional del estudiante y deja también de estar a la disposición del pueblo hondureño.

La Crisis Académica

Hablamos de crisis académica porque en los últimos años la universidad no ha puesto en marcha los procesos de reforma curricular, la tecnificación de las carreras, la construcción de infraestructura académica-estudiantil, no existe una evaluación docente que priorice los ejes principales de la reforma, y por limitaciones en los procesos de profesionalización docente.

Lo cual conlleva a que el estudiante universitario muestre su descontento ante las condiciones adversas que viven en su proceso de enseñanza y aprendizaje.

En ese marco las actuales normas académicas están desconectadas del desarrollo académico.

La Crisis Política Institucional

El trasfondo detrás de las normas académicas es la ausencia de la participación estudiantil. Las actuales normas fueron aprobadas en el Consejo Universitario, en donde el voto estudiantil fue decisivo para su reglamentación. Sin embargo la naturaleza de los actuales representantes estudiantiles, ante dicho órgano de gobierno universitario no es legítima, porque no fueron electos en procesos democráticos.

La crisis político institucional se manifiesta en la falta de consenso en el actual proceso de reforma académica, donde el sector estudiantil entra en pugna con las autoridad al cuestionar el accionar de la reforma, denunciando que ésta atenta contra la concepción de universidad pública y avanza en los procesos de mercantilización de la educación.

En ese marco es necesario comprender que la conflictividad entre autoridades y estudiantes, se reproduce ante la falta de consenso en la comunidad estudiantil de la reforma académica impulsada por las autoridades universitarias.

Crisis Administrativa y Financiera

Los procesos por la recuperación de la administración del 6% otorgado a la UNAH, no han solventado en lo absoluto las deficiencias en infraestructura y material en cada una de las carreras.

Y el interés por capitalizar la universidad, ha transferido las cargas económicas a los y las estudiantes con las nuevas normativas como el plan de arbitrios (por ejemplo, los exámenes de reposición al IIIPAC del 2015 le otorgaron a la UNAH la cantidad de 3,612,400Lps según informes de SEFIN), venta bruta de bienes (sumaron para el 2015 la cantidad de 10,408,000Lps según informe del POA 2016) y venta de servicios (por concepto ingresaron un total de 38,203,000Lps para el 2015).

La centralización del presupuesto es un hecho evidente cuando la construcción de un edificio para rectoría en Ciudad Universitaria se valora en 568 millones de lempiras y las autoridades universitarias hacen alarde de las licitaciones para equipos en las facultades de ciencias médicas en todos los centros regionales por la cantidad de 34 millones de lempiras.

Además, la desproporcionalidad de los presupuestos estipulados por facultades y centros regionales se hace evidente en la diferencia del número de estudiantes matriculados en cada instancia, y se desconoce el método para la asignación del presupuesto en cada una de las antes mencionadas.

En ese marco de crisis universitaria el dialogo es un elemento que nos permite sentar las bases, para la discusión de los problemas de la universidad y avanzar en un proceso de reforma academia que priorice la educación de calidad y la participación de la comunidad universitaria.

La Naturaleza del Diálogo que propone el MEU

Está planteada de la siguiente manera:
a. Diálogo estudiantes-estudiantes: en el cual se desarrolle un diagnóstico de las carreras y se avance en la construcción de las nuevas normas académicas
b. Diálogo estudiantes-profesores: en el cual se realizará una retroalimentación de los hallazgos de los diagnósticos y de las normas académicas.
c. Diálogo estudiantes-profesores-autoridades: en el cual se plantearán los mecanismos para avanzar en los procesos de democratización de la universidad.
La naturaleza de diálogo que planteamos como MEU, se aleja del diálogo desarrollado por las autoridades en el 2015, el cual careció de mecanismos que permitieran la participación estudiantil a niveles micros, lo que conllevó a soslayar elementos como participación estudiantil y democratización académica.

I. Propuesta de Diálogo del Movimiento Estudiantil Universitario (MEU)

1. Queremos dialogo.

EL movimiento estudiantil universitario (MEU-CU), hacemos el llamado a un diálogo nacional entre las autoridades universitarias, docentes, y estudiantes. Con la voluntad de buscar una solución a las exigencias de los y las estudiantes y a la crisis universitaria.

2. ¿Bajo qué condiciones queremos el diálogo?

EL movimiento estudiantil universitario (MEU-CU), nos sentaremos a dialogar con las autoridades universitarias bajo las siguientes condiciones:

 Retiro de órdenes de captura, denuncias y requerimientos fiscales en contra de estudiantes universitarios.

 Instalación de una mesa mediadora para la ejecución de un dialogo dialectico y la firma de un convenio entre estudiantes y autoridades universitarias.

La dinámica de la mesa de mediación será de carácter imparcial, con las funciones de árbitro entre las autoridades, docentes y estudiantes. Se debe dejar muy claro que durante este dialogo exigimos una participación directa con representación nacional de los y las estudiantes de la UNAH.

Nuestras medidas de acción se mantendrán hasta que las autoridades docentes y estudiantes pacten un primer acuerdo respecto a nuestras exigencias de la derogación de las normas académicas.

Este acuerdo debe de incluir los espacios, tiempos y mecanismos mediante los cuales se articularán las diferentes aportaciones realizadas desde el sector estudiantil, docente y autoridades con el fin de construir una normativa académica consensuada.

De lograr este acuerdo los estudiantes nos comprometemos a los siguientes:

• Con este acuerdo los estudiantes cesaríamos las acciones de protesta y retornaríamos a nuestras responsabilidades académicas. Declarándonos en cada unidad académica en asamblea permanente.

• Y segundo, nos comprometemos a continuar con el dialogo constructivo con el fin de buscar soluciones a largo plazo y fortalecer la gobernabilidad y avanzar en los procesos de democratización de la universidad.
Con la propuesta del dialogo los y las estudiantes trazamos los siguientes objetivos:

OBJETIVO GENERAL:

 Democratizar la UNAH.

OBJETIVOS ESPECIFICOS:

 Instalación de Mesas de Construcción.
 Construir los mecanismos de participación estudiantil.
 Declarar la universidad territorio libre de armas.

METAS:

1. Acuerdo con la mesa mediadora para incluir las exigencias sobre las normas académicas hechas desde el sector estudiantil.
2. Mesas de construcción sobre la normativa académica que debe regir nuestra universidad.
3. Elaboración de planes de mejora de condiciones físicas y pedagógicas.
4. Creación de reglamento electoral de manera consensuado con las y las estudiantes universitarias.
5. Derogación del Art. 8
6. Elecciones a los órganos de CO-GOBIERNO y nuestra federación de estudiantes universitarios de Honduras (FEUH), con el fin de que esta lidere el proceso organizativo de las asociaciones de carrera y facultad.
7. Creación de un cuerpo de seguridad universitaria capacitada y formada con enfoque de derechos humanos.

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