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Qué hacer para sobrevivir a los accidentes de Año Nuevo

El último día del año y las celebraciones por el que comienza suelen estar acompañados de muchísimas anécdotas a propósito de situaciones que se producen en medio de las fiestas y que no todos saben cómo enfrentar o superar.

Definitivamente la mejor noticia viene cuando pasa la celebración de Año Nuevo sin incidentes que lamentar, pero en estos casos, como en la medicina, es mejor estar prevenidos para saber cómo encontrar el mejor camino en una situación de emergencia, por pequeña que parezca.

Aquí le van cuatro consejos que puede tener a mano por si los necesita. Ojalá que no.

Si un petardo lastima un ojo en la noche de Año Nuevo, lo mejor es tapar de inmediato los dos ojos de modo de que el ojo herido deje de moverse. Luego hay que acudir de inmediato a una guardia de emergencias.

Si debido a la pirotecnia se hiere un dedo de la mano o parte de él, o si se produce una amputación, las personas que se encuentran en el lugar deben ayudar a buscarlo, conservarlo en frío y dárselo luego a los médicos.

Las quemaduras pequeñas, como por ejemplo en la mano, deben ser enfriadas de inmediato. En el caso de heridas más grandes, mejor no hacer nada y dejarlas en manos del médico. Si la quemadura es más grande que la superficie de la mano del herido, debe ser atendida sí o sí por un especialista.

Demasiado alcohol también puede generar situaciones límite. Si alguien que bebió demasiado pierde la conciencia, hay que hablarle. Si no reacciona, hay que llamar a emergencias. Mientras llega la ayuda, hay que poner a la persona de costado, con la pierna que queda del lado de arriba ligeramente cruzada y la mano del mismo lado debajo de la mejilla, de modo que las vías respiratorias queden despejadas y no se ahogue si vomita.

Pueden parecer temas recurrentes, pero no está de más repasarlos en un día en el que los festejos suelen provocar situaciones que terminan definitivamente en los hospitales.

Lo mejor es prevenir antes y celebrar luego sin que las fiestas de fin de año nos lleven a terminar en la fría sala de un cuerpo de urgencias.

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