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Iota y Eta tuvieron piedad de Olancho

 
• Producción de frijol y maíz ya se había sacado en un 80%, afirma Juan Valladares
 
Tegucigalpa. Afortunadamente, las tormentas tropicales Iota y Eta tuvieron piedad de Olancho y no afectaron en gran medida sus cosechas, reconoció el vicepresidente de la Asociación Nacional de Productores de Granos Básicos (Prograno), Juan Valladares.

 
Iota y Eta dejaron tras su trayectoria por Honduras, muerte, lluvias, damnificados y destrucción en el campo. Sigue la alerta roja porque miles de damnificados se encuentran en albergues todavía.

En ese sentido, Valladares elogió al ministro de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) Mauricio Guevara, “porque me consta que ha estado muy interesado pidiendo información a los representantes de las regiones para cuantificar los daños en lo que respecta a los granos básicos”.

“Es lamentable que Iota y Eta hicieran tanto daño al sector agropecuario, en unas zonas más que en otras, pero en Olancho la más afectada fue la red vial”., deploró el dirigente y productor olanchano.
 
Fortuna
 
“Por fortuna, ambas tormentas tuvieron piedad-por así decirlo- de la zona de Olancho donde resido. yo manejo la información bien precisa de lo que en realidad sucedió al menos aquí, porque me he tomado la tarea de ir al campo y cuantificar daños, hacer sondeos y algunas evaluaciones en cuanto a los granos básicos”, afirmó.
 
«En ese sentido, puedo afirmar que las dos tormentas no afectaron a Olancho como sí lo hicieron en la costa norte y el litoral Atlántico. La precipitación fue suave, sin viento y los pocos cultivos que estaban en campo como maíz no fueron muy afectados”, señaló.
 
“Claro, que las siembras de postrera de maíz y frijol sí fueron afectadas en un 80% aproximadamente, estaban en período de germinación con siembras en períodos cortos, más que todo en las riberas de los ríos que es donde se cultivan esos granos”, dijo.
 
“El desborde de los ríos fue tan grande que el cauce del Guayape, que es el más caudaloso que tenemos aquí en el departamento, subió a 1,500 metros a ambos lados e hizo estragos”, puntualizó.
 
“El río afectó la siembra un poco la de maíz, porque es de primera, pero en el caso del frijol casi toda la cosecha de primera, porque fue muy buena ya se había sacado”, señaló.
 
“Asimismo, la producción de maíz que va hacia la agroindustria y al mercado formal también se había sacado ya en un 75 u 80% afortunadamente y eso nos salvó”,  enfatizó Valladares.
 

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