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Muere Bob Dole, gigante del Senado y candidato presidencial republicano en 1996

Bob Dole, un incondicional del Partido Republicano y aspirante a la presidencia que defendió una marca de conservadurismo sin tapujos como una de las figuras políticas más reconocidas de Washington a lo largo de la segunda mitad del siglo XX, murió este domingo, según un comunicado emitido por su familia.

«El senador Robert Joseph Dole falleció esta madrugada mientras dormía. Hasta su muerte, a la edad de 98 años, había servido fielmente a Estados Unidos durante 79 años», dice el comunicado.

En febrero, había anunciado que se estaba tratando de un cáncer de pulmón avanzado. El presidente Joe Biden visitó a Dole al conocer el diagnóstico.

Dole, que resultó gravemente herido durante la Segunda Guerra Mundial, había sufrido una serie de problemas de salud en años anteriores. En 1991 se le operó de un cáncer de próstata; se le intervino de un aneurisma aórtico abdominal en 2001; estuvo hospitalizado en 2005 tras una caída en su casa; y fue tratado de una infección en la pierna en 2009.

A Dole le sobreviven su esposa, la exsenadora Elizabeth Dole, de Carolina del Norte, y su hija Robin Dole.

¿Quién fue Bob Dole?
Llegado a Washington en los inicios del gobierno de Kennedy, Dole fue durante 27 años senador por Kansas, incluyendo dos periodos como líder de la mayoría del Senado, aunque quizá sea más conocido por su infructuosa carrera como candidato presidencial republicano contra Bill Clinton en 1996, su tercer intento de llegar a la Casa Blanca. También fue compañero de fórmula del presidente Gerald Ford en 1976, después de que Nelson Rockefeller declinara seguir siendo vicepresidente.

Al principio de su carrera en el Senado, fue calificado por sus críticos como un «hombre hacha» y atrajo la atención nacional por su vehemente defensa del presidente Richard Nixon durante el escándalo Watergate. Consideraba a Nixon un amigo y un mentor, y más tarde lo elogió en su funeral en 1994 como la «figura pública más duradera de nuestro tiempo». En un notable alejamiento de su agria imagen pública, se estremeció al final de sus palabras.

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