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El increíble antes y después de un hombre transgénero

Jaimie Wilson vive en Ann Arbor, Michigan, Estados Unidos. Tiene 21 años y se convirtió en un símbolo de la lucha LGBTIQ en el mundo. Pero lo que no todos saben es cómo fue la larga y costosa transición hasta ser realmente quien sentía. Pero ahora, luego de un largo tiempo de transformación, se decidió a contar por todo lo que debió pasar hasta convertirse en quien quería.

A los 15 años Jaimie se dio cuenta de que había nacido en el cuerpo equivocado, pero le costaba reconocerlo. Vivía inmerso en una familia tradicional y conservadora, típicamente americana.

«Cuando tenía 15 supe por un hecho de que era hombre», señaló el joven a Unilad. «Pero como nací y creí en un hogar muy conservador y religioso tuve que poner mi identidad y mis sentimientos a un lado hasta que pudiera hacerlo por mi cuenta. Sabía que la situación no sería buena o segura si lo revelaba tan joven», contó.

Jaimie explicó que cuando aún ocultaba su vibraciones internas concurría a la sección masculina de las tiendas y compraba ropa de hombre. Se probaba la vestimenta y se miraba al espejo. Así era como quería ser. «Tenía un cajón en mi habitación en el que guardaba toda mi ropa masculina, y cuidadosamente había puesto una capa de ropa femenina encima de modo que si mis padres pasaban por mi habitación no la encontrarían», reveló.

«Honestamente, era extremadamente terrorífico porque no pensé que alguna vez fuera a estar apto para la transición. Pensé que era algo con lo que tendría que vivir por el resto de mi vida. No le contaba a nadie cómo me sentía por temor a perder a todos», relató su drama. Cuando nadie podía verlo se vestía y se imaginaba cómo quería ser. «Me sentía yo».

Pero finalmente se decidió. En Instagram compartió las imágenes de su increíble transformación. «La transición física fue el mejor sentimiento. Recuerdo cuando corté mi largo cabello y cómo me sentí como nuevo», manifestó. Pero también debió transitar el camino de las hormonas, lo que le permitió ahondar más en los cambios que podía observar. «Fue como vivir durante 19 años la vida de otra persona», remarcó.

«Perdí muchos amigos», reconoció Jaimie con dolor. «Lo veo de esta forma. Sólo cambié mi apariencia, entonces quien me rechaza por mi transición claramente sólo le agradaba por cómo me veía por fuera, no cómo era por dentro… porque eso no cambió».

Tomado de Infobae.com

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