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Atención integral de hondureños retornados se destaca regionalmente

Los Centros de Atención a Migrantes Retornados (CAMR) de Honduras se han convertido en referentes regionales porque implementan un sistema de recepción articulado con una atención digna y diferenciada entre los adultos y menores que regresan al país.

En el transcurso de 2019 más de 60.000 hondureños han sido recibidos en estos centros, donde después de más de 12 horas de camino o tres horas de vuelo son recibidos con una sopa calientita o una rica baleada.

La atención integral entre diferentes instituciones del Estado brindada en estos centros ha sido destacada por diferentes organismos internacionales, entre ellos la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Cooperación Alemana.

Tal es el caso del asesor principal del Programa Alternativas que ejecuta la Cooperación Alemana, Manuel Novoa, quien destacó la acción diferenciada en los CAMR, que brindan un trato especial a los sectores más vulnerables como los menores de edad.

“Estamos maravillados con todo el trabajo que se hace en Honduras con el apoyo que se les está ofreciendo a las personas retornadas, especialmente a niños y jóvenes, que es una población muy vulnerable”, manifestó Novoa.

Una mano amiga

La directora de Protección al Hondureño Migrante, Liza Medrano, informó que el personal de los CAMR está preparado para recibir a los compatriotas que eventualmente pueden ser retornados al país tras ser capturados en las redadas migratorias que están ejecutando las autoridades estadounidenses.

Medrano explicó que al llegar a los centros los hondureños retornados reciben alimentación y un kit de higiene personal; posteriormente se les realiza el control biométrico, se les brinda asistencia médica y psicológica y se les entrega un boleto para que puedan trasladarse a su lugar de origen.

“Cuando retornan, nuestros compatriotas son recibidos con calidez, con un plato de comida caliente, y si necesitan un albergue temporal poder brindarle un espacio digno donde puedan dormir mientras llegan a sus lugares de origen”, expresó Medrano.

“Nuestro objetivo es que en estos centros nuestros connacionales encuentren una mano amiga y solidaria que les brinde apoyo; ellos vienen tristes, con sus sueños frustrados y en la mayoría de los casos enfermos, afectados psicológicamente y hasta en estado de desnutrición porque han aguantado hambre en el camino”, manifestó.

Los hondureños retornados también llenan una ficha socioeconómica para optar a los diferentes programas de reinserción social y de oportunidades que ofrece el Gobierno y si lo requieren se les brinda un albergue temporal, detalló.

Mensaje de esperanza

Cansados, tristes y frustrados por sus sueños truncados y lo sufrido en el camino, los compatriotas agradecen el recibimiento digno y cálido que les ofrecen en los CAMR.

Tal es el caso de doña Olga Lagos, una madre originaria del norte del país, quien mientras se toma una sopa caliente agradece a Dios estar de vuelta y con vida con su pequeña de tres años, y asegura que no volverán a exponerse ella y su menor a los riesgos de la ruta migratoria.

De la misma manera José Alvarado, del sur de país, tras doce horas de camino llega al CAMR de Omoa, donde luego de hacer los trámites correspondientes y disfrutar de una deliciosa baleada agradece la atención brindada y la calidez con la que lo recibieron.

Mientras observa el tranquilo mar de Omoa, José cuenta su terrible experiencia en México y asegura que no hay nada como estar en su tierra; “sabemos que la situación no es fácil, pero lo mejor es luchar acá, si uno trabaja duro puede salir adelante”, asegura.

Por su parte, la directora del CAMR de La Lima, sor Joana daSilva, aseguró que a su regreso los migrantes hondureños son recibidos con un mensaje de bienvenida y de esperanza.

“Hay un Dios que los acompañó en ese camino. El sueño sí fue frustrado, pero no pierda la esperanza, todavía hay una luz y esa luz con certeza es Dios; no se sientan desamparados, no sientan que su vida termina ahí”, les manifiesta la religiosa, que todos los días acompaña las labores de recibimiento de hondureños retornados en el CAMR de La Lima.

Da Silva llamó a los hondureños a no arriesgar su vida en la ruta migratoria, donde la gente se expone a morir, perder sus extremidades o ser capturado para luego ser deportado.

Reinserción

La directora del Centro de Atención para la Niñez Familia Belén, Julia Medina, explicó que este establecimiento es exclusivo para recibir niños no acompañados o unidades familiares con menores que son acompañados por un padre, abuelo o familiar cercano.

Medina detalló que los adultos y los menores también reciben atención médica y psicológica; posteriormente, si son menores no acompañados, un grupo de especialistas de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinaf) les brinda seguimiento para garantizar que se cumplan sus derechos.

De la misma manera, como medida de prevención, la Dinaf ha amonestado de forma escrita en 2019 a los padres y madres de los niños y niñas migrantes retornados, por la vulneración a la que han sido expuestos los menores en la ruta migratoria.

Dicha amonestación está fundamentada en la aplicación de las facultades que el Código de la Niñez y la Adolescencia establece en los artículos 139 y 150, debido a que la migración irregular deja al niño o niña en una situación de alta vulnerabilidad, ya que existen demasiados riesgos y peligros en la ruta migratoria, que atentan en contra de su integridad física, emocional y sexual.

Adicionales a los Centros de Atención, el Gobierno ha establecido 14 Unidades Municipales de Atención al Retornado (UMAR) a nivel nacional, donde los hondureños son incorporados a programas de emprendedurismo, formación profesional y educación.

El objetivo es establecer una ruta interinstitucional que coordine las acciones nacionales y locales en la atención integral de los niños, niñas y adolescentes no acompañados y las unidades familiares migrantes retornadas en los municipios de mayor expulsión a fin de reducir los índices de reincidencia migratoria.

En ese sentido se realizan diferentes tareas, entre ellas talleres de emprendimiento, componentes educativos y de formación profesional, y se promueve la generación de empleo mediante la entrega de capital semilla.

Puntos estratégicos

Actualmente se cuenta con tres CAMR; uno en Omoa, donde se atiende a todos los adultos, mujeres y hombres que retornan por vía terrestre desde México, y otro en La Lima, donde se recibe a todos los adultos que retornen por vía aérea desde México y los Estados Unidos de América.

Este centro se instaló en 2015 y constituye una instalación clave, ya que anteriormente los hondureños eran dejados en la frontera con Guatemala y ellos tenían que buscar cómo llegar a sus lugares de origen.

Asimismo, en San Pedro Sula está el Centro de Niñez y Familias Migrantes Belén, donde se atiende a menores no acompañados, familias y unidades familiares que retornan por vía aérea y terrestre desde México y los Estados Unidos.

De interés

• Al 5 de julio de este año los CARM han recibido 61.453 hondureños retornados, de los cuales 25.065 llegaron a Belen, 14,970 a Omoa y 21.418 al de La Lima.

• Del total de migrantes hondureños retornados, 14.087 son menores de edad, 9.152 mujeres y 38.214 hombres.

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