Presidente Hernández agradece a la Iglesia Católica por su contribución al combate del zika
Tegucigalpa.- El presidente Juan Orlando Hernández agradeció hoy, en la misa en honor de la Virgen de Suyapa, “la contribución de la Iglesia Católica en la lucha contra el zancudo que transmite el zika y por su apoyo para recuperar la paz y la tranquilidad que se merece el pueblo hondureño”.
Acompañado de la primera dama, Ana García de Hernández, y de su madre, doña Elvira, el mandatario felicitó a los miles de feligreses que vinieron desde distintos lugares del país para celebrar un año más del hallazgo de la Virgen de Suyapa, patrona de Honduras, ocurrido el 3 de febrero de 1747.
Antes de la intervención del gobernante, el cardenal Oscar Andrés Rodríguez anunció que “todos los católicos nos vamos a comprometer hoy ante la madre del cielo a que no haya uno solo indiferente ante esta emergencia” por el zika.
“Quiero agradecer las palabras de aliento de su eminencia el cardenal Óscar Andrés Rodríguez en apoyo de la Iglesia para combatir el zancudo que transmite el zika”, dijo en respuesta el mandatario, quien el lunes decretó emergencia sanitaria para enfrentar esa enfermedad.
El gobernante agregó ante los miles de feligreses que se congregaron en la Basílica de Suyapa que “este problema que transmite el zancudo del dengue, del chikungunya, pero también ahora el zika, me tiene sumamente preocupado y por eso tenemos que estar unidos”.
Explicó que “en Brasil se ha aumentado el número de casos de zika y lamentablemente también se ha aumentado el número de madres que al dar a luz sus niñitos vienen con el cerebro pequeño, de tal manera que esos niños no podrán valerse por sí mismos, probablemente por el resto de sus vidas”.
El presidente Hernández aseguró que los hondureños tienen que actuar y no esperar que la enfermedad del zika se incremente en el país.
Recomendó que “vayamos de casa en casa a destruir cualquier posibilidad de criadero de zancudo aedes aegypti, pues no es un tema menor”.
El mandatario expresó que también los adultos se pueden contagiar con el síndrome de Guillain-Barré, una parálisis que empieza en las piernas y puede terminar en los pulmones y cuando los músculos de los pulmones no funcionan, el ser humano no puede respirar y si alguien se recupera puede pasar entre cuatro y seis meses.
“No esperemos que eso llegue; adelantémonos todos juntos los hondureños, y qué más que ahora toda la Iglesia, por instrucciones de su eminencia, va a contribuir cada sacerdote orientando a sus feligreses”, acotó.
