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A ocho meses de que sea inaugurado, Canal Seco ya es una importante obra de desarrollo y generación de empleo

En medio del bullicio de las máquinas, cientos de obreros trabajan afanosamente en la última etapa del Canal Seco, la gigantesca obra que, además de generar miles de fuentes de empleo, reactivar la economía y ahorrar tiempo de viaje entre el Atlántico y el Pacífico, es clave para convertir a Honduras en el centro logístico de las Américas.

“Ya hemos dados pasos importantes en la Unión Aduanera con Guatemala y El Salvador; pronto tendremos a Palmerola y en unos meses estará el Canal Seco con el que uniremos a Amapala con Puerto Cortés”, señala el presidente Juan Orlando Hernández.

Listo en un 75 por ciento, el Canal Seco ya es una ruta confiable y segura que le ahorra varias horas a la persona que viaja del sur al norte y viceversa, y para encontrar el camino al desarrollo y la dinamización de la economía.

Si con su obra terminada a un 75 % el traslado de Goascorán a Comayagua se realiza en menos de 90 minutos, con la totalidad de la autopista, el país tendrá lista gran parte de la infraestructura vial que se requiere para impulsar el crecimiento económico y el desarrollo del país.

Sin embargo, a lo anterior se deben sumar las fuentes de empleo generadas en los últimos años, las oportunidades de ingresos para miles de familias, la facilidad para acceder los productos a los mercados y por, su puesto, el hecho de necesitar menos tiempo viajando por el Canal Seco, de sur a norte o viceversa.

“Con el Canal Seco, los puertos y aeropuertos, más la infraestructura vial que se construye por todo el país, seremos un importante bastión, incluso para la región”, dice Hernández al referirse al esfuerzo que se realiza desde hace más de cuatro años, buscando que Honduras se convierta en un centro de traslado de mercaderías alternativo al Canal de Panamá.

Varón que trabaja, familia que come

Con casco y chaleco, y una paciencia notoria para esperar a que el camión se lleve los restos de tierra que no se necesitan, Osman Danilo Gutiérrez, es uno de los 500 colaboradores que con el proyecto disfruta de tener trabajo y sueldo al día.

“Varón que trabaja es una familia que come, y sinceramente es una buena oportunidad la que tenemos de trabajar en este proyecto”, dijo Osman, un agente de seguridad de 28 años, originario del municipio de Aramecina y que labora en el kilómetro 99 que de Comayagua lleva a Goascorán.

Por ese sector, apenas les resta trabajar cierta capa de tierra para iniciar con el proceso de tiraje del asfalto. Ese tramo es de dos kilómetros de los 20 que aún permanecen de tierra.

Por la localidad de San Pito, colindante con Aramecina, lo que su momento fue una calle fangosa e intransitable, hoy luce como una vía de cuatro carriles y allí Román Cruz comanda a una cuadrilla de colaboradores que por ahora trabajan en las cunetas y desagües antes de que pase la maquina con asfalto.

“Esta es una gran obra, tengo tres años trabajando, soy de Aramecina y a mí me ha servido de mucho este trabajo, y no digamos la autopista, ahora viajamos más rápido y eso que no está terminado”, dijo mientras preparaba molduras para cunetas que algunos de sus compañeros utilizarán dentro de pocos días.

De tres horas a hora y media

Una de las comunidades remotas del departamento de La Paz, que ahora cuenta con mayor acceso a los mercados es San Antonio del Norte. Antes del Canal Seco los habitantes necesitaban hasta tres horas en automóvil para acceder a carretera primaria, hoy ese tiempo se ha acortado en 90 minutos.

Don René Bonilla a las 9:40 de la mañana sale con su carro pick up hacia el Canal Seco, luego de 25 minutos por carretera de tierra y su impresión es que “esta es un gran proyecto que nos permite viajar en menos tiempo”.

Recordó que antes de construirse el Canal Seco, “para salir de San Antonio hacíamos viajes hasta de tres horas, pero ahora esta es una obra que nos trae muchos beneficios y acceso a los mercados”.

Unos kilómetros más adelante, en Rancho Grande, aldea del municipio de Aguanqueterique, Janory Zavala ha tenido la oportunidad de instalar una pequeña pulpería a unos cuantos metros de la autopista de cuatro carriles.

“Vendemos poco porque por ahora son pocos los carros que pasan, pero al abrir la carretera esto se va a poner mejor, antes este era un camino y ahora es una carretera de cuatro carriles”, dice mientras le vende confites y una soda a Héctor Gómez, otro poblador de Rancho Grande.

Héctor califica el Canal Seco como grandioso, “algo que no esperábamos, pero que desde que se habilitó nos deja grandes beneficios. Cuando se abra tendremos mayores oportunidades”.

Falta poco, muy poco

Para Jesús Murillo un verificador de Regio Plan, el Canal Seco “ha tenido algunos atrasos por las lluvias, a veces debemos aprovechar el trabajo por las mañanas, porque por la tarde generalmente llueve y ha sucedido en las zonas donde necesitábamos abrir camino”.

Sin embargo, Murillo afirma que lo mejor es que “ya se terminaron de construir todos los puentes –11 en total- y era lo que se requería hacer de manera urgente para proceder a preparar la calle ya con la base, para tirar capas primarias de asfalto”.

“A diario pasan rastras, camiones, incluso carros turismo, porque la carretera se ha vuelto muy transitada y es una importante vía que genera ahorro de tiempo y de combustible”, dijo Murillo en el instante que supervisaba cunetas y desagües que se construyen a lo largo y ancho del Canal.

“Con el Canal Seco habrá mayores oportunidades para todos, pero además de eso será una vía que forma parte de la plataforma logística que queremos construir, con puertos, aeropuertos, pequeños aeropuertos y autopistas”, ha dicho el máximo representante de la Administración Hernández en reiteradas ocasiones.

Con el Canal se busca, “generar más empleo, ampliar nuestros mercados y ser una importante alternativa para traslado de mercaderías de un océano a otro en poco tiempo y como alternativa al Canal de Panamá”, dijo en otro momento el mandatario.

Por ahora en el Canal Seco se trabaja al 100%, y si toda avanza como está previsto, se abrirá en su totalidad antes de tiempo. Sin embargo, el Canal Seco, pese a ser una obra inconclusa, ya es una importante opción de viaje seguro y de ahorro de tiempo y combustible para el sur o hacia la zona central y norte de Honduras.

De interés

1. El Canal Seco tiene una distancia de 96 kilómetros y une a los departamentos de Comayagua, La Paz y Nacaome.

2. Entre las comunidades que se verán ampliamente beneficiadas con el paso de Canal, están: San Juan, El Llano, San Antonio delo Norte, Caridad, Lauterique, Concepción de Oriente, Aramecina y Goascorán.

3. El trabajo complementario que requiere, se tiene previsto efectuarlo en 10 meses, pero se trabaja a tiempo completo para entregar la obra antes de la fecha tope.

4. Con la finalización de los 11 puentes que necesitó la obra, se espera que el resto del trabajo por realizar concluya en seis meses, antes de iniciar el proceso de señalización vertical y horizontal.

Un lindo paisaje

Si bien el Canal será una vía expedita para acortar distancia para comerciantes y turistas, el tramo cuenta con innumerables paisajes que permiten conocer el encanto de Honduras con su vegetación agreste y el cambio de clima de unos kilómetros a otros.

Toda la zona desde San Antonio de Flores, pasando por Lejamani y hasta caer a Rancho Grande, permite encontrar un clima fresco, vegetación en su máximo esplendor e importantes miradores.

De Aguanqueterique hacia Goascorán, los tramos son diversos, con una temperatura más tendiente al calor, pero con parajes de montañas que serían las inspiración de muchos artistas y pintores. Y por sí solo el Canal Seco se convierte en otra ruta turística a la que se le podrá sacar el mayor provecho posible.

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