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«Lo peor que le ha pasado a la mujer es vivir en violencia”: Gladys Lanza

Tegucigalpa.- La lucha contra la violencia de género continúa siendo uno de los grandes desafíos para Honduras, donde en 2015 fueron asesinadas 471 mujeres a pesar de los avances alcanzados en las últimas décadas, dijo la activista hondureña Gladys Lanza.

Vinculada al Movimiento de Mujeres por la Paz Visitación Padilla, una organización con más de 30 años de trayectoria en la defensa de los derechos humanos en Honduras, esta activista de 73 años lamentó que las mujeres estén sometidas a mayores niveles de violencia que los hombres.

«Lo peor que le ha pasado a la mujer es vivir en violencia, porque eso nos apaga, marchita, anula, invisibiliza y nos desvaloriza», dijo Lanza.

El trabajo de las mujeres también es «desvalorizado y precario» y las pone en mayor riesgo ante situaciones de violencia en el país, donde a diario muere un promedio de 13 personas, señaló la activista.

En un país tradicionalmente dominado por los hombres, Lanza considera que todavía hay «una cultura machista», pero también cree que las mujeres, que son mayoría en Honduras, han ido «ganando espacio» a pesar de que sean ellas mismas las que a veces se olvidan de sus derechos.

Señaló que aunque se ha avanzado en la lucha contra la violencia de género para erradicar el problema en este país, en el que según cifras oficiales cada 13 horas se registra el asesinato de una mujer, se necesita concienciar a los ciudadanos y más voluntad política.

«Tenemos bastantes leyes, pero no las conocemos bien para exigir nuestros derechos y, por eso, todavía no se refleja una igualdad de condiciones para los hombres y las mujeres» en Honduras, subrayó.

En su opinión, la violencia contra las mujeres en este país es el resultado del «pensamiento patriarcal» que debe ser modificado y aseguró que la educación es uno de los pilares fundamentales en esta lucha.

Unas 471 mujeres murieron de forma violenta en Honduras en 2015, según un informe del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma del país.

De ahí que la violencia machista siga siendo uno de los grandes retos para Honduras, donde, según la activista, la lucha frontal contra la desigualdad y más voluntad política son otros factores claves para combatir ese problema.

«No hay voluntad política, se sigue viendo a las mujeres como seres de segunda categoría», enfatizó Lanza, quien considera que en muchas ocasiones ellas «son más eficientes» que los hombres, pero su participación en la vida pública es muy baja todavía debido a la cultura patriarcal que impera en el país centroamericano.

Prueba de eso, dijo, es que las mujeres tienen apenas una representación del 25,7 % en el Parlamento hondureño y del 6,3 % en las corporaciones municipales, a pesar de que la Ley de Igualdad de Oportunidades para la Mujer establece que les corresponde una cuota del 40 %, una conquista que lograron hasta hace pocos años.

Lanza considera que las mujeres están listas para gobernar y dispuestas a asumir el poder en Honduras, donde una fémina nunca ha ostentado la Presidencia de la nación, pese a que representa la mayoría de la población (el 51 %).

Resaltó que las mujeres harían «un mejor gobierno», ya que tienen «la capacidad, inteligencia y la sabiduría para hacerlo», y considera que si así fuera «habría un país con justicia».

Tras haber sido presa política en los años 80 del siglo pasado en Honduras, Lanza dijo que la justicia en el país «tiene precio», ya que en muchas ocasiones la posición económica de los homicidas de mujeres es un factor determinante al judicializar los casos.

A su juicio la falta de investigación por parte de las autoridades es uno de los principales obstáculos para que las mujeres accedan a la justicia en Honduras, donde el 95 % de los 471 casos de asesinatos el año pasado continúan impunes.

Lanza instó a las autoridades hondureñas a crear tribunales especializados en delitos hacia las mujeres, principalmente los feminicidios, delito que es tipificado como grave y sancionado con penas de hasta 40 años de cárcel, según una reforma al Código Penal aprobada en febrero de 2014 por el Congreso Nacional.

Gladys lanza, quien desde hace 54 años trabaja en la defensa de los derechos humanos en Honduras, asegura que en su país se ha visibilizado el tema de los feminicidios, pero las demás expresiones de violencia, como la doméstica e intrafamiliar, han quedado «en la oscuridad».

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